Por: María Dolores Delgado Rosales
Al decir que lo sentimos vivo vamos más allá de las frases trilladas... Francisco, mi hermano-padre lo está... tenemos fresca en la piel toda la cosecha de su esfuerzo, dejando dicho que aunque parecen muchos los frutos, aún la siembra no ha terminado de germinar, todavía falta y cuidaremos la cosecha que está por venir... el camino aún sigue su tránsito y recogeremos los nuevos frutos que igual llevarán su nombre...
Sólo flores le conocí a su alma, mi hermano fue lo mismo para la causa social, política y pública que para el seno familiar... Su corazón siempre tuvo tiempo y espacio para sus padres, para la planta, para la flor, para el pájaro, para la plaza, para el amigo, para el barrio... Siempre ha tenido la palabra exacta, la decisión certera, la solución más viable, la lucidez más increíble, la ecuanimidad más oportuna, la compañía más solidaria en el afecto y en la acción... lo mismo para afuera que para adentro... sin dobleces, ni doble cara... el mismo en todos los ámbitos, todos quienes lo conocieron lo saben y lo describen de la misma forma... porque fue transparente, limpio, valiente y justo en cualquier lugar y situación que le tocó enfrentar.
Francisco era un hombre con AUTORIDAD, poquísimos la tienen... y otros la confunden con poder, lo cual es un terrible error de percepción... quizás tiene que ver con los valores y con la belleza de espíritu que le han caracterizado... tan escasos hoy en día...
De verdad agradecemos del alma toda la solidaridad que hemos recibido... gracias sinceramente... y que vaya desde la familia una gratitud muy especial y específica a todos los representantes de las comunidades, a sus amigos personales, a los que alguna vez conoció como reclusos, a sus alumnos, a sus profesores, a sus colegas de carrera y de lucha de vida, a los Consejos Comunales a los que visitó y con los cuales mantuvo una relación verdadera y directa (sin apagar el teléfono, sin embarques y sin envío de "asistentes")... agradezco pues en nombre de mi familia y del mío propio a todos los hombres y mujeres DE VERDAD que valoran y aman a mi hermano y a su obra indiscutible e invaluable... quiero hacer justicia con este agradecimiento porque esos seres de verdad quizás no sean los que los medios ubican en el primer plano de sus fotos e imágenes, no son los entrevistados para dar su opinión acerca de su trayectoria, no son los que buscan el lugar más conveniente para aparecer en la foto... me refiero a esos que quizás no podrían enumerar todos los cargos y posiciones que desempeñó Fran o cuántos títulos académicos obtuvo con honores, pero si saben con plenitud y certeza el tamaño de su calidad humana y su capacidad para resolver problemas sin contar con más medios que no fueran su esfuerzo y el apoyo de gente que jamás le hubiese negado una solicitud porque ya tenían una de las flores que repartió sembrada en el pecho... así hizo patria Francisco, desde el amor y la voluntad... aunque muchos que crean que la vaina es a realazo...
También quiero dejar clara mi posición, y asumo personalmente esto que digo... no me deslumbran, ni me creo las puestas en escena, ni las parafernalias, ni las poses, ni las hipocresías, ni las misas con discursos genéricos (además creo y siento que lo espiritual va mucho más allá de la religión), ni los cantos ensayados, ni los abrazos engañosos, ni los dolores fingidos, ni los "honores institucionales", ni las comitivas que abren paso para que lleguen "los jefes", ni las preocupaciones falsas, ni las presencias que buscan luz para deshacerse de sus oscuridades personales, ni en los medios amarillistas que no fueron más que a ganar dinero con nuestros momentos de mayor dolor... en mi interior y en el de mi familia están los gestos y los rostros de quienes estuvieron desde el alma y eso será siempre amor activo para superar su ausencia física, pero todos los que quepan en las descripciones anteriores sepan que así piensa y sabe María Dolores.
La lucha sigue y esperaré que la magia de su presencia en mi alma me de las directrices necesarias para seguir el camino, quizás no pueda yo garantizar el ritmo de su paso certero y sabio, pero estaremos a la altura del compromiso que nos ha dejado... honestidad y transparencia por delante... rasgos muy inconvenientes para el parecer de muchos... mi hermano era un hombre "MUY INCONVENIENTE", gracias a la vida... seguiremos siendo pues inconvenientes y lucharemos con su nombre por delante.
María Dolores Delgado Rosales
lunezca@yahoo.com
22 de
Enero de 2012
Francisco
Delgado, In Memoriam
Por: Ramón Alberto Escalante
Uno de los pocos absurdos en la vida de Francisco
Delgado ha sido su muerte. Un tipo ágil y despierto, siempre sobrio y demasiado
inteligente, perece arrollado cuando caminaba haciendo ejercicio. Apenas caía
la tarde, era un día laboral, entre semana, muy cerca de su casa que está
ubicada en una de las urbanizaciones más cercadas y seguras de Maracaibo. Todo
configurado como para que no sucediera, pero al final pasó.
De resto, todo es coherencia, constancia,
meticulosidad y lógica en la trayectoria del destacado académico. Prefirió la
sociología, proviniendo de una familia de ilustres juristas, pero se
especializó como criminólogo, asumiendo una línea de investigación, trabajo,
docencia y publicación sobre las vertientes sociales del delito. Académico
brillante y disciplinado, funcionario público atildado y de modesto discurrir,
últimamente activista político, pero respetuoso, amplio, tolerante, al punto
que no sólo los militantes de su tendencia, sino la oposición, todas las
corrientes del pensamiento social del Zulia, están deplorando su partida.
Todo su ser destilaba intelectualidad, su timbre de
voz tenue, sus modales, los espejuelos que lo acompañaban siempre, su talla
menuda, su respetuosísimo trato. Porque hay gente capaz de desdoblarse en
varias personalidades, pero este Francisco Delgado siempre fue uno solo, en el
aula y el escritorio, frente al visitante en su despacho público, en el
artículo de opinión, en la declaración de prensa, en la conversación con
amigos.
La suya era la estampa de un filósofo, de una mente
que fraguaba todo el tiempo. Me pregunto ahora si no escribió también poesía.
Integró varios gabinetes locales de gobierno, estos
conflictivos y controversiales, pero él siempre moderado y de percepción
positiva. Aún cuando le tocara decirle que no al solicitante, incluso cuando no
podía atenderlo al momento, más aún, cuando le tocaba enfrentar situaciones
inaceptables, el caballero, el docente, siempre se imponía para evitar
tensiones.
Decían los griegos que los dioses se llevan
temprano a los más agraciados por la suerte. La fatalidad se cargó demasiado
temprano a un hombre que estaba en su mejor momento intelectual y físico.
Porque con sólo 57 años, las mejores páginas, los mejores aportes de Francisco
Delgado estaban por venir. Y en el plano biológico, tendría veinte años menos.
En los últimos años pensó que podía servirle a
Maracaibo como Alcalde dela Ciudady asomaba su nombre entre los probables
abanderados por la corriente socialista, a la cual adscribía por pura
convicción, por el idealismo propio de los izquierdistas románticos. Porque un
hombre de su constancia y orden mental, se mete a empresario y llega a ser
presidente de Fedecamaras, va al seminario y llega a Obispo, pero teniéndolo
todo, social, económica, espiritualmente, luchó desde sus tribunas por los
desfavorecidos, a veces un reo inhumanamente tratado, a veces una víctima
propiciada por el mismo clima de violencia generalizada.
Lo más notable de su breve tránsito vital fue la
disposición de servir. Porque si de joven se muda a Londres o París, todavía
nos estuvieran llegando sus libros impresos en Europa. Pero quiso cambiar un
pedacito de Venezuela desde el inmenso Maracaibo. No tenía ni remotamente la
estampa tradicional del político venezolano pero hizo política, se
responsabilizó por tareas públicas, asumió metas, soñó y militó.
La política venezolana necesita más Franciscos
Delgado. Que más intelectuales se metan a la izquierda, a la derecha, al
centro, que vayan a los mítines y hablen, que intervengan en las reuniones, que
formulen programas, asesoren candidatos, se postulen ellos y lleguen también al
poder.
Sobre sus cenizas aún tibias vale la pena insistir
en una política menos pragmática, menos simple y más densa, más ideológica, más
elaborada conceptualmente. Francisco Delgado fue sociólogo, criminólogo,
docente y escritor, pero también funcionario público, militante de un partido,
precandidato para cargos de elección popular. Y si una mente brillante como la
suya no desdeñó a la política, es que la política sí vale la pena. Que los
mejores de cada área sigan su ejemplo, y se embarren también los zapatos,
sufran en penosas giras, soporten estoicamente el tráfago, pero que luchen,
militen y cambien a Venezuela.
Ramón Alberto Escalante
raescalante@hotmail.com
29 de Enero de 2012
Francisco
Delgado Rosales
Por: Carlo Maglione
Tener que despedir a
un amigo es muy duro, más aun en las condiciones en las que se fue
Francisco Delgado. Antes de tiempo, de modo inesperado y por
supuesto dolorosamente. Si bien es muy difícil por no decir imposible
estar preparado para aceptar la muerte de un ser querido, uno lo termina de
entender en el caso de una enfermedad incurable. También lo acepta en el caso
de una persona muy mayor, pero en el caso de Francisco, la cosa cambia y es muy
dura.
Un hombre de apenas 57 años
de edad, en plena madures intelectual con una labor por delante digna de
su estatura, siendo tan necesario para la ciudad, el estado y el país. Cuesta
de verdad aceptar que ya no esta entre nosotros.
En Francisco se reunían la
mayor y mejor cantidad de atributos y virtudes que hacen a esos seres que decía
Brech “imprescindibles”. Un luchador nato, constante en sus trabajos, de
una honestidad a toda prueba, de enorme inteligencia, dominio de varios
idiomas, nunca dejo de estudiar, conciliador, militante constante y pulcro, de
una humildad increíble.
Por su calidad en los
trabajos desempeñados se gano unos cuantos enemigos, fuera y dentro del ámbito
académico, como en los cuerpos de seguridad, y entre las mafias de paracos
delincuentes varios y narcotraficantes que hacen vida en este sufrido
estado Zulia.
Sus posturas férreas e
inamovibles en temas de su competencia lo hacían ser una persona incomoda
dentro y fuera del partido. Su decencia y como ya hemos mencionado su
honestidad le impedían hacer ninguna clase de concesión. Si no se anda por el
camino limpio con Francisco no se lograba nada. En el se reunían el recto
pensar y el recto actuar.
La falta que hace Francisco
es enorme, la academia, la familia, la justicia, las esperanzas de tanta gente,
el vació intelectual que causa su ida es enorme. La patria ha perdido a un gran
hijo. El PSUV ha perdido a un militante de lujo, y el proceso revolucionario ha
perdido a un trabajador de la mejor clase, de los que no se venden.
Nuestras más sinceras
palabras de pesar y condolencias a su familia, a sus amigos y allegados. Por su
trayectoria y calidad humana nunca será olvidado y es ya un ejemplo a seguir en
esta tierra. No dudamos que hay varias personas que están cómodas con su
desaparición.
Carlo
Maglione
cmaglione@cantv.net
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